Sofrología qué es - una ciencia que propone mejorar nuestra calidad de vida
La Sofrología es una disciplina que fue fundada y desarrollada en el año 1960 por Alfonso Caycedo, un neuropsiquiatra. Quienes la conocen y practican hablan de sus beneficios por eso nos parece oportuno traer el tema a nuestro espacio para difundir esta ciencia. Sin embargo, muchas personas ajenas a la filosofía propia de la sofrología la aplicaron desvirtuándola, lo que que generó deficiencias éticas y científicas. Por este motivo nos gustaría realizar nuestro aporte para poder transmitir la esencia de la Sofrología.
¿ Qué es la sofrología ?
Si indagamos en su etimología, el término proviene de la voz griega sosphrenlogos.
Sos significa serenidad, equilibrio, armonía.
Phren: refiere a conciencia, espíritu, cerebro.
Logos: remite a ciencia, estudio, tratado.
Podemos decir entonces, que la Sofrología es la Ciencia de la Serenidad del Espíritu, la Ciencia de la Armonización de la Consciencia, la Ciencia del Equilibrio del Cerebro. De distintas maneras, hablamos de un estudio para aprender a vivir de un modo sereno, equilibrado y armónico.
Caycedo toma de un Diálogo de Platón la esencia de su significado:
Estado de calma y concentración suprema del espíritu producido por hermosas palabras.
En este sentido, la sofrología estudia los fenómenos que inciden en la consciencia humana y que impiden que esta sea flexible y abierta al mundo. Las situaciones cotidianas nos proporcionan el escenario para que podamos adiestrar nuestra adaptación.
¿ Para qué sirve la Sofrología ?
Esta ciencia equilibra nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros comportamientos a través del uso de técnicas especificas abordadas en sesiones individuales. Cada sujeto requiere de un protocolo de acción personalizado que aborda sus problemas de forma concreta. De este modo se acortan las distancias para encontrar la respuesta de adaptación buscada.
La sofrología pone el foco en los valores existenciales del ser y se aplica a todos los ámbitos de la vida tanto personales como interrelacionales. Es una ciencia que llega a nuestros días con el enriquecimiento milenario de enseñanzas budistas, yóguicas y de la filosofía zen. Esta filosofía milenaria de Oriente entiende al cuerpo y a la mente como una unidad, por lo que trabajar sobre los estados de ánimo implica una repercusión sobre el estado físico. La serenidad nos ofrece plenitud y salud.
En un mundo vertiginoso, consumista, superficial, efímero, estresante nuestro flujo energético se bloquea y como esto fuera poco se alimenta de los residuos emocionales que tanto nos han lastimado. El resultado es un estado de alerta, de desconfianza, una especie de trinchera emocional donde el sujeto ha encontrado un refugio para impedir que algo o alguien más vuelva hacerle daño. Esto no resuelve el problema, porque además de no poder enfrentar los propios conflictos, fantasmas, situaciones reales y muchas otras imaginarias, la persona se priva de amar, de crecer, de ser feliz, de evolucionar... simplemente por temor a sufrir.
Cual robot, se comporta de forma mecánica sin ningún tipo de implicancia y compromiso emocional, garantizando y perpetuando la infelicidad, insatisfacción e indefensión. El rincón que lo resguardó se convirtió en su propio hábitat. La oscuridad y los miedos se apoderaron de sus sueños, estancándolo en un lugar del que no sabe cómo escapar.
La trinchera emocional
Las emociones residuales que desarrollan nuestra trinchera emocional son sentimientos como la vergüenza, el miedo, la inseguridad, el odio, la super protección, la tristeza, la ira, etc. Cuando los sentimientos hostiles se apoderan de nuestro ser se alcanza la crisis, todo explota por los aires. Para la persona es difícil pensar una realidad distinta a la que vive, se acostumbró a vivir encarcelado a su dolor, y ha perdido toda esperanza de libertad. Pues lo que resulta imposible es liberarse de su dolor, de sus miedos, ha crecido con ellos, se ha habituado a ellos, son su esencia. Abandonarlos, en el fondo pareciera traicionarse a si mismo, y sin embargo es la única salida que se tiene para avanzar. El callejón sin salida en todo su esplendor.
Y el suelo comienza a dar su frutos amargos, años de sembrar angustia, fracasos, desesperación, silencios, desencadenaron ataques de ansiedad, asma, adicciones, alergias, fobias, depresiones, insomnio, etc. Algunos encontraran su expresión en la dimensión mental otros en el plano psicosomático.
Cada uno desandará sus pasos para encontrar la causa de sus males, un camino que es doloroso pero necesario para sanar. Solo así nuestro espíritu estará sereno. Ese camino, le llamaremos: "Conócete a ti mismo"
Beneficios de la Conciencia sofrológica
La sofrología nos invita a comprender que no podemos dejarnos estar, no podemos esperar que todo vuele por los aires para actuar. Cuando esto sucede no queda otro remedio que actuar, pero el fin de la Sofrología es prevenir esos estados de caos, confusión mental, psíquico y físico.
Alimentar nuestro espíritu, aprender a relajar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente, alivianar las cargas emocionales que tanto nos pesan nos ofrecerá una calidad de vida más placentera, una salud integral. Esto conlleva a ser menos vulnerable a las enfermedades.
Las técnicas sofrológicas ponen de manifiesto que torturarnos con culpas, vergüenzas y arrepentimientos no nos va a llevar nunca a nuestra liberación. Tampoco imaginar contextos ideales (utópicos e irreales) para martirizarnos en el modo que podrían haberse desarrollado las cosas. Existen infinitas posibilidades de acción pero por alguna razón tomamos un camino y no otro. La sofrología nos enseña a dejar de reprocharnos todo lo que pensamos, sentimos, hacemos y también lo que omitimos hacer...
La sofrología permite que la persona comprenda que la vida es un tren de aprendizajes, que un error se puede corregir, que ante una falta se puede pedir un sincero perdón y que en cada paso avanzo en mi propia evolución, en mi liberación. Lo liviano flota, lo pesado se hunde.
La consciencia sofrológica nos habilita a decidir correctamente la misión que uno va a realizar, al mismo tiempo nos proporciona la motivación necesaria para cumplirla y la claridad a la hora de organizar las ideas para que estas puedan ser concretadas.
Esta ciencia, mediante sus herramientas nos habilita a integrar lo que vemos (consciente) del iceberg y lo que no vemos (inconsciente) que además coincide con lo más abundante de nuestro ser. Somos luces y sombras, somos lo que amamos de nosotros y también lo que rechazamos.
Mediante la respiración, la concentración, la relajación, la meditación, Caycedo nos invita a vivir en el aquí y ahora, pues pasado, presente y futuro forman un mismo y solo instante. El pasado puede estar más presente que el presente mismo. El futuro puede estar más presente que el presente mismo. Entonces será decisión personal con qué historias, personajes, escenarios habitará su presente, si con historias ya relatadas, con historias que aun no sucedieron o con historias que están transitando hoy.