Principios del I Ching - El Tao
El I Ching es conocido como el Libro de las Transformaciones, pero también se lo denomina Libro de los Cambios y Libro de las Mutaciones. En este artículo te hablaremos de los Principios del I Ching
La gran ley que constituye el núcleo del I Ching es la transformación. La transformación es comprendida tanto como transformación de las situaciones dentro de una trama invariante como transformación del hombre en el interior de una vía inmutable. Esto es posible, porque el I Ching muestra una imagen completa del mundo, revelando el juego de dos fuerzas complementarias que engendra: el yin y el yang.
El Tao
Para la cultura china constituye el símbolo más profundo y vasto. Refiere al principio del orden universal que rige tanto el macrocosmos como en el microcosmos. Es la fuerza espiritual, la causa primordial, proceso del mundo, esencia de la vida.Todos los seres surgen de él y a él todos los seres retornan.
En Occidente no contamos con un término que pueda expresar esa significación.
Además de la riqueza del concepto, El Tao no posee cuerpo físico en el espacio, es inexpresable e incognoscible, no tiene nombre ni forma.
Mirándolo, no se le ve, porque no es visible.
Escuchándolo, no se lo oye, porque no es sonoro.
Tocándolo, no se le siente, porque no es palpable.
Aspectos principales en el Tao:
- T´ai Chi: es el motor del Cosmo, la unidad, la totalidad original, infinito y eterno. Nacido antes que el Cielo y la Tierra. Cuando el sabio accede a él, conoce la iluminación.
- T´ai: proceso subyacente que acompaña al mundo.
- T´ai Hsu: es omnipresente, pero en forma inmaterial, no manifiesto. Es la realidad última. Es el vacío que unifica todo lo disperso.
Principios del I Ching - El Yin y el Yang, y la Vía del Cielo
En esta segunda parte de Principios del I Ching, queremos presentarte al Yin y Yang y a la Vía del Cielo.
Te aconsejamos que antes de continuar con el artículo leas:
Yin y Yang
Lao Tse dice que el desarrollo de la gran transformación ocurre sin cesar.
El Tao produce Uno.
Uno produce Dos.
Dos produce Tres.
Tres produce todos los seres del mundo.
Todo ser lleva sobres su espaldas la oscuridad
y encierra en sus brazos la luz.
Uno es el Primer Gran Comienzo (Tài Chi) engendrado por el Tao. Uno produce Dos, el yin y el yang. El Dos produce Tres, que remite a las energías o tres soplos (ching, ch`i y shëng), que a su vez originan el cielo, la tierra y el hombre. Finalmente Tres da origen a todas formas del mundo, que se encuentran sometidas a la fuerza del yin (oscuridad), y del yang (luminosidad).
Yin
Es el lado sombrío del valle, evoca la idea de un tiempo frío y nublado. Por este motivo se considera al yin símbolo de la oscuridad, de lo inerte. lo receptivo, el valle, la tierra, la inteligencia intuitiva, la fuerza de concentración. Es decir, el aspecto femenino de las cosas.
Yang
Es el lado soleado, expresa un tiempo cálido y despejado. En este sentido, decimos que Yang es la luz, la energía creadora, el espíritu orientado hacia el exterior, la montaña, el cielo, la inteligencia analítica y actuante, la fuerza expansiva. En otras palabras, la fuerza masculina de las cosas.
Sintetizamos diciendo que el Yin y el Yang son el sistema chino de la polaridad. Son dos fuerzas, negativa y positiva que se oponen y complementan al mismo tiempo. Todos los fenómenos proceden de los dos polos y de su movimiento. De dicha alternancia se origina el conjunto de combinaciones posibles en la naturaleza. Dicha interacción se caracteriza por ser dinámica y reversible. Cuando una de las fuerzas llega a su apogeo, la otra viene a sucederle.
El I Ching pretende ser una imagen del universo, que reposa sobre estas dos fuerzas, que conviven en una ley de equilibrio. Pues la naturaleza es rítmica.
Aquel que profesa lo verdadero sin ver lo falso, el orden sin ver el desorden, no comprende nada,
del orden del Universo ni de las realidades de los seres.
Es semejante a quien se dedicara al cielo sin ver la tierra,
a las oscuridad sin ver la luz.
Su acción está por fuerza destinada al fracaso.
La Vía del Cielo
El Tao para manifestarse, se desdobla. Al hacerlo, crea un inter-juego donde se producen las causas y los efectos. Sin embargo hay una realidad profunda que permanece inalterable.
Comprender La Vía del Cielo es lograr interpretar la naturaleza armónica que existe entre el hombre y la totalidad de la naturaleza.
El Tao es lo que motoriza el cosmos, su expresión en el hombre permite que este se libere del pensamiento lógico habitual, con sus nociones de tiempo, espacio y orden.
El I Ching ayuda a tomar consciencia del ritmo del mundo y del valor relativo de todas las cosas.
Lejos de ser un mero libro de predicciones se trata de una descripción de una situación del presente que posee potencial de transformación. Por esta razón, las respuestas que ofrece el I Ching son una ruptura con nuestra línea convencional de pensamiento. En este método se relacionan: un hecho exterior debido al azar y un hecho psíquico fuertemente emocional que remite a la cuestión a resolver.
Para la filosofía china, cada instante está conformado por todos los detalles que lo habitan sean estos lógicos o fortuitos, por lo que la interpretación del hexagrama tiene el mismo valor, sin importar el momento en que se hace la consulta. Cabe aclarar que las respuestas solo surgen cuando la pregunta está movilizada por una preocupación interior fuerte y activa. El libro de las transformaciones es un eco de quien consulta. Por lo que, quien consulte al libro de las transformaciones sin estar implicado, por el acontecimiento que pregunta, sentirá que el oráculo no tendrá ningún sentido significativo para él.
Para culminar expresaremos que el I Ching, mediante la interpretación de los hexagramas manifiesta la relación invisible pero siempre existente ente el hombre y el cosmo.
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Te recomendamos la lectura de:
Nuñiz Nestor (2000). El I Ching. Introducción. Cap. Fed.: R-H Ediciones.
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